Las 7 verdades innegables del Homeschooling. Verdad 3 : Dios dio los niños a sus padres para que los administren

La tercera verdad innegable de la educación en el hogar es que nuestros hijos nos son dados como una mayordomía de Dios. El gobierno no dio a luz a nuestros hijos, ni el gobierno nos dio a nuestros hijos, tampoco podemos confiar en el gobierno para criarlos por nosotros, ni debemos permitir que el gobierno nos los quite.

"He aquí, los hijos son una heredad del Señor:

Y el fruto del vientre es su recompensa. "

(Salmo 127: 3)

Usted es responsable ante Dios por cómo sus hijos son criados. Salvo circunstancias inusuales e inevitables, tú, el padre, responderás a Dios por quien cría e instruye a tu hijo, y cómo lo instruye. Dios no va a poner la responsabilidad principal sobre el gobierno o la iglesia, sino sobre usted, el padre.

Los niños están bajo la autoridad, la protección y la tutela, no del gobierno, y no de la iglesia, sino de los padres.

Efesios 6 (1-4)

"Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor:

Porque esto es correcto

Y vosotros, padres, educadlos

En la disciplina y admonición del Señor".

Cuando recién nos casamos hace 24 años, mi esposa y yo estábamos de acuerdo en que nunca enviaríamos a nuestros niños a las escuela gubernamentales. Nuestro compromiso no fue una reacción a la condición de la educación gubernamental. En ese momento, las escuelas gubernamentales no eran tan malas como lo son hoy en día. Nuestro compromiso consciente con la educación controlada y dirigida por los padres comenzó cuando ambos tomamos un voto matrimonial para criar a nuestros hijos en el temor del Señor. Nuestro compromiso en ese momento era filosófico. Nosotros solos, como padres, tenemos la autoridad bajo Dios y la responsabilidad ante Dios de criar a nuestros hijos en el conocimiento y temor de Dios.

En nuestros días el gobierno ha ido mucho más allá de sus límites de autoridad. Los gobiernos no consolidados son tiranos, por definición. Los gobiernos son ordenados por Dios para proteger la vida. Pero hemos sido adoctrinados, en gran parte a través de las escuelas gubernamentales, para esperar que el gobierno provea para nuestra vida, cuide de todas nuestras necesidades, incluyendo todas nuestras necesidades educativas. La idea de homeschooling es tan extraña que ni siquiera se le ocurre a la mayoría de la gente. Cuando escuchan hablar de educación en el hogar, muchas personas parecen algo asustadas. "No puedes hacerlo en casa", "¿No tienes que tener una licencia para enseñar?" o "Debes dejar que los profesionales le enseñen a los niños". Asi de lejos nuestra sociedad esta de la realidad. Ahora dejamos todo a los expertos "auto-ungidos" y ellos convierten a nuestros niños en sus experimentos. [La manera más rápida y absoluta de ayudar a cambiar a su hijo, por Fred Lybrand, p.28]

Los padres tenemos un deber natural de Dios y una habilidad natural de Dios, y por lo tanto una licencia natural, para enseñar a nuestros hijos en el ambiente natural de nuestros hogares. La educación es la función ordenada por Dios a la familia, y la interferencia gubernamental en la educación es antinatural, incompetente, artificial y no autorizada. Ellos están operando sin licencia, no nosotros. Ningún gobierno ordenado por Dios tiene autoridad para llamar a lo bueno malo, o para proscribir y castigar las buenas obras que podemos hacer. Y eso ciertamente incluye hacer la buena obra de criar a nuestros hijos en el conocimiento y temor del Señor.


Traducido de "Seven Undeniable Truths of Homeschooling" del sitio Trivim Pursuit de Harvey y Laurie Bluedorn

Las 7 verdades innegables del Homeschooling. Verdad 2 : Todos los padres son homeschoolers

La segunda verdad innegable de homeschooling es que todos los padres son homeschoolers. Es sólo que algunos padres lo son más que otros.

Parece que a los burócratas de la educación no les gusta esto, porque siguen inventando cosas que socavan la autoridad paterna y que pasan por alto la responsabilidad parental. Existen documentos educativos gubernamentales que indican implícita y explícitamente que desean evitar que los padres transmitan sus valores a sus hijos; Y que los padres y las familias son la causa de los problemas de la sociedad y la educación del gobierno puede solucionar los problemas sólo si reducen y controlan el papel de los padres en la educación.

Ellos han presentado muchas propuestas ingeniosas para lograr este propósito, tales como: El Programa "Padres Maestros", que es esencialmente un programa de reentrenamiento para que los padres piensen y actúen de acuerdo con la visión del gobierno para la educación.

Y, por supuesto, esta el favorito de todos, el Tratado de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño. (A veces referido como "el bebé de Hillary.") En este tratado, se concede a los niños derechos "fundamentales" contra sus padres. (¿Alguien sabe dónde la ONU obtuvo alguna autoridad para otorgar derechos a las peronas? ¡Sé esto, que no lo obtuvieron de Dios!)

El artículo 14 otorga al niño el derecho a "ser libre" de cualquier tipo de formación religiosa por parte de sus padres.

El Artículo 28 otorga al niño el derecho a ser libre de toda disciplina corporal de parte de sus padres. También le otorga al niño el derecho de rechazar la decisión de un padre de educar en privado o de educar al niño en su hogar.

Bueno, el Señor tiene su propio Programa de "Padres Maestros". Es parte del Primer y Gran Mandamiento:

"Oye, Israel:

El Señor nuestro Dios uno es:

Y amarás al Señor tu Dios

Con todo tu corazón,

Y con toda tu alma,

Y con toda tu fuerza ".

Jesús llamó a esto el primero y el gran mandamiento (Mateo 22:38). Pero el mandamiento no termina aquí. Cuando un cristiano oye las palabras: "Padre nuestro que estás en el cielo", inmediatamente reconoce esto como una referencia a toda la Oración del Señor, un pasaje de la Escritura que cada cristiano ha memorizado. De la misma manera, un israelita, al oír las palabras: "Oye, Israel", inmediatamente reconoce esto como una referencia a todo el Shemah, ese pasaje de la Ley de Dios que cada israelita debía memorizar desde su niñez.

Dije todo el Shemah. El Shemah no termina con amar a Dios con todo tu corazón, alma y fuerzas. El Señor manda más:

"Y estas palabras,

Que yo te mando hoy,

Estará en tu corazón:

Y les enseñarás

Diligentemente a tus hijos,

Y hablarás de ellas

Cuando te sientas en tu casa,

Y cuando andes por el camino,

Y cuando te acuestas,

Y cuando te levantes. ...

[Deuteronomio 6: 4-9 Compare. Dt 11: 18-20; 32:46; Salmo 78: 2-7; Proverbios 6: 20-22]

El Shemah es el primer y el gran mandamiento. Yo llamo a esto "Deberes de Deuteronomio para los papás". No es opcional. Requiere que los padres enseñen a sus hijos cómo aplicar todos los mandamientos del Señor en cada circunstancia de la vida. El Señor nos manda "enseñar" a nuestros hijos "diligentemente". La palabra traducida "diligentemente" significa afilarlos frotándolos repetidamente contra la piedra afilada de la Palabra de Dios, para que no se vuelvan necios y se alejen de Sus verdades.

Nuestros hijos deben ser perfeccionados en los mandamientos de Dios, agudos y precisos en su aplicación. Afilar a nuestros niños nos ayuda a mantenernos afilados también. Nuestros hijos son indispensables para nuestra propia santificación. ¿Cuántos cristianos han cortado sus bendiciones porque han delegado sus deberes educativos a otros?

Según la Biblia, el hogar debe ser el centro de toda educación. La educación es la función ordenada por Dios de la familia. A nadie más se le da la responsabilidad de enseñar a los niños, ni al gobierno, ni a la iglesia, sino a los padres. Se necesita una familia, no un pueblo, para criar a un niño.

No estoy diciendo que no hay lugar para que otros puedan ayudar a los padres en el proceso. Lo que estoy diciendo es que el trabajo de educar a los niños es de lo que se trata la familia. Cuando los burócratas educativos y los psicólogos sociales y los especialistas en educación religiosa asumen esta tarea, dejando a los padres en gran medida en condición de observadores, la familia sufre mucho. Tanto los padres como los niños son sacados con engaño de una parte importante del proceso de santificación ordenado por Dios. (Usted podría escribir un libro entero sobre ese tema.)

A medida que continuamos por este camino de separar a los niños de sus padres, estamos desgarrando los nervios de nuestra cultura. Los padres y los niños están sufriendo terriblemente. Necesitamos enseñar a nuestros hijos, por nuestro bien. Nuestros hijos necesitan ser enseñados por nosotros, por su bien.

La forma de destruir a la familia es separar a los hijos de los padres. Y la manera de separar a los niños de los padres, es quitar a la familia su autoridad en la educación.

La culpa final de todo esto recae en los padres. Por cualquier excusa que puedan dar, se han retraído de su responsabilidad ordenada por Dios para educar a sus propios hijos. Las escuelas son orfanatos llenos de niños que han sido educativamente abandonados por sus padres. Los niños ya no están en el corazón de sus padres. El fracaso de la familia es inversamente proporcional al aumento de la educación gubernamental. Esto se debe a que Dios quiso que los padres fueran los educadores primarios, y a que Él nunca pensó que el gobierno fuera un educador en absoluto. La mejor manera de ayudar a la familia es no hacer su trabajo por ella, sino salirse del medio y dejar que vuelva a su función ordenada por Dios de educar a sus propios hijos con los cuales Dios la ha bendecido.

Traducido de "Seven Undeniable Truths of Homeschooling" del sitio Trivim Pursuit de Harvey y Laurie Bluedorn

Las 7 verdades innegables del Homeschooling. Verdad 1 : El homeschooling no es un tipo de educación alternativa

Dice Harvey Bluedorn:

"Enseñamos a nuestro hijo mayor a leer hace 20 años, y desde entonces hemos estado haciendo toda la escolarización de nuestros hijos en casa.

En ese momento, sólo había unos pocos miles de niños que se educaban en casa en los Estados Unidos. Pero hoy ese número se ha incrementado a quizás 2 millones. Y esa cifra puede duplicarse en tres o cuatro años. No esperamos que tales tasas de crecimiento continúen, pero si lo hicieran, los homeschoolers tomarían el control de este país en una generación.

Con estas cosas en mente, hemos desarrollado lo que llamamos "siete verdades innegables de la educación en el hogar" con el fin de alentar a los padres cristianos a comenzar la educación en el hogar, continuar la educación en el hogar, y defender la educación en el hogar,"

1. La educación en el hogar no es un tipo de "educación alternativa"

La primera verdad innegable del homeschooling es que el no es educación alternativa. No me gusta que aparezca entre opciones alternativas de educación. La presunción parece ser que las escuelas públicas estuvieron primero, luego las escuelas privadas fueron inventadas como una alternativa para los niños ricos, luego las escuelas religiosas fueron iniciadas para los conservadores racistas y, por último, las escuelas domésticas llegaron para los "antisociales terminales".

Imagen tomada de www.hirerush.com

Bueno, estoy aquí para decir algo: nosotros llegamos primero, y hemos estado aquí por mucho mas tiempo. Y es mas. Estamos de regreso, y hemos vuelto con fuerza. Dios puso a los niños al cuidado de los padres. Los niños de Adán y Eva fueron educados en casa. Y en Deuteronomio 6:6 leemos:

estas palabras,
Que yo te mando hoy,
Estará en tu corazón:
Y les enseñarás
Diligentemente a tus hijos,
Y hablarás de ellos
Cuando te sientas en tu casa,
Y cuando andes por el camino,
Y cuando te acuestas,
Y cuando te levantes.

Si eso no es Homeschooling, entonces no sé qué es.

Traducido de "Seven Undeniable Truths of Homeschooling" del sitio Trivim Pursuit de Harvey y Laurie Bluedorn

¿Por qué iniciar "un blog mas" sobre homeschooling?

Ya hay cientos, sino miles, de blogs sobre este tema. En español, ingles, y en muchos otros idiomas. Blogs con tips, curriculums, ayudas, consejos. Blogs sobre homeschooling, unschooling, y todos los "schoolings" imaginables.

Entonces... ¿por que iniciar un blog mas? 

Para responder esa pregunta (o respondersela a quien se la este haciendo al encontrar este blog) necesito hacer un poco de historia, y una breve presentación.

Somos una familia cristiana, compuesta por papá, mamá y 4 hijos (entre 1 y 13 años). Cuando nuestro hijo mayor cursaba tercer grado de educación primaria en una escuela evangélica en Buenos Aires, distintas circunstancias y situaciones que se dieron a lo largo de sus primeros tres años de educación escolar nos llevaron a tomar la decisión de educar a nuestros hijos en casa. Quiza en ese momento no teníamos muy en claro todo, pero ahora vemos claramente que fue Dios quien utilizo las circunstancias para llevarnos a este camino que estamos transitando el cual estamos convencidos que es el mejor para nuestra familia.

Durante estos ya 5 años de educar en casa hemos pasado por varias etapas, buscando la mejor forma de enseñarles a aprender. A veces con buenos resultados, otras veces no tanto, de a ratos muy frustrados, pero cada vez con mas convicción de que fue Dios quien nos puso en esta tarea y nos va a sostener y proveer lo necesario para hacerlo como El quiere.

En esta búsqueda por darles a nuestros hijos las mejores herramientas para su formación, nos encontramos con un nombre raro: Trivium. Algo relacionado con la "educación clásica". Y luego, mucho mas interesante, descubrimos que hay algo llamado "Educación Clásica Cristiana". Quizá hace tiempo un par de personas nos habían mencionado algo acerca de esto, pero nos llevo tiempo sacar de nuestras cabezas el modelo escolar y entender que realmente no sirve ni siquiera aplicado en un ambiente mas controlado como es el hogar, y llegar a la conclusión de que necesitábamos algo diferente.

La cuestión es que en esta búsqueda nos topamos con el sitio web www.triviumpursuit.com, de Harvey y Laurie Bluedorn. También hace un tiempo había visto un video de Harvey dictando una conferencia sobre educación clásica cristiana, pero no le había prestado mucha atención. El punto es que ahora, investigando un poco el contenido de su sitio, descubrimos una riqueza increíble de principios bíblicos no solo para fundamentar lo que hacemos sino también para llevarlo a la practica en el dia a dia.

Así que considero que es tan importante para nosotros, el pueblo de Dios, el ser al menos expuestos a estos principios, que creí necesario hacer este blog solo con el fin de extraer artículos y escritos del sitio de Harvey Bluedorn y compartirlos para que muchos puedan leerlos y al menos reflexionar acerca del tema.

Estamos viviendo tiempos muy difíciles. Las escuelas (publicas y privadas) están siendo inundadas de filosofías humanistas y ateas, y los cristianos estamos felizmente enviando a nuestros hijos a que el enemigo los adoctrine con sus mentiras. Los humanistas han declarado la guerra a la fe, a Dios, y el campo de batalla son las escuelas, y el objetivo principal son nuestros hijos. Ellos saben que si logran sembrar sus ideas en las mentes de los hijos de las familias cristianas, estarán "arruinando" generaciones completas. El problema es que este plan sistemático comenzó a cocinarse hace 60 o 70 años, y tristemente ya estamos viendo sus frutos. Si vemos las estadísticas, un gran porcentaje de niños que han nacido en hogares cristianos y se han "criado" en la iglesia, aun haciendo una "profesión de fe", se apartan de la fe durante la adolescencia. Y en gran parte, esto tiene que ver no solo con la influencia de los "amigos", sino con mucha de la filosofía atea y humanista que les ha sido inculcada.

Mas terrible aun, en los últimos años la ideología de genero esta siendo adoctrinada para que los niños, en sus mas tierna infancia, sean enseñados sobre lo "normal" de las relaciones homosexuales, el sexo libre, y demás perversiones que Dios condena. Todo eso dentro de la escuela.

Y aun así, los cristianos seguimos defendiendo a la escuela.

Me asombra mucho ver como personas que no conocen a Dios nos aplauden por la decisión que hemos tomado sin siquiera entender el por que, pero conscientes de que el sistema escolar tiene muchos problemas. Pero mas me asombra que los peores ataques vienen por parte de cristianos, quienes deberían estar sumándose a las filas de quienes deseas reclamar la autoridad sobre las vidas de sus hijos y hacerse plenamente responsables de su educación integral.

Por todo esto he decidido iniciar este blog. Espero que aquellos cristianos que están "en contra" de la educación en el hogar al menos se tomen el tiempo para leer los artículos y meditar en estas verdades, todas fundadas en principios de la Palabra de Dios. Quizá no lleguen nunca a la convicción de educar a sus hijos en casa, pero al menos espero que entiendan que esto que hacemos es un llamado de Dios para nuestras familias.

JPR