La Alabanza Familiar - Parte 1 - Introduccion

Pregunta por los Antiguos Senderos

Jeremías 6:16
Así dijo el Señor:
Paraos en los caminos, y mirad,
y preguntad por las sendas antiguas,
cual sea el buen camino, y andad por él,
y hallaréis descanso para vuestra alma.
Mas dijeron: No andaremos allí.

La imagen que el Señor, mediante el profeta Jeremías, esboza para nosotros es de un hombre parado donde el camino se junta, intentando discernir que sendero tomar. El Señor lo dejaría juzgar por si mismo y no ciegamente seguir a los demás. El aconseja a Israel  regresar al viejo sendero en el cual los patriarcas y los profetas caminaron. Encuentra el sendero que caminó Enoc y Noe, Abraham y Moisés, David y Elías, síguelos.

Cuando seguimos el camino de la verdad revelada en las Escrituras, hay luz en el sendero y podemos ver el camino. Pero cuando nos alejamos del sendero, las cosas se ponen oscuras. Vivimos en una tierra llena de oscuridad, porque el hombre ha vagado lejos de los caminos del Señor, “No caminaremos allí”

Ceguera de Juicio

Cuando continuamos empecinadamente en el sendero incorrecto, Dios eventualmente nos   golpea con ceguera y demencia. Nosotros llamamos a esto “ceguera de juicio” porque es el juicio de Dios. La ceguera continúa tanto como continuemos empecinados en el sendero incorrecto. Solo hay una dirección en la que podemos ir con una luz al frente, y esa es tomar el sendero de regreso. La únicas alternativas que tenemos es arrepentirnos y retroceder nuestros pasos todo el camino hasta el comienzo, o ir en cualquier otro camino excepto de regreso, y ser destruido.

Un claro ejemplo de esto es la educación gubernamental. La educación no está dentro de la jurisdicción del gobierno. Cuando el gobierno se volvió al sendero de educar la población, tomó el camino incorrecto. Algunos “bien intencionados” individuos pensaron que algunos padres estaban haciendo menos de lo que ellos deberían hacer, y que el gobierno podría hacer un mejor trabajo que los padres. Así que, ellos crearon la educación pública. Ahora a los padres se les permitió hacer menos de lo que ellos deberían, pero el gobierno tiene permitido de hacer más de lo que debería.  El gobierno viaja sobre este sendero, mientras que las familias son conducidas lejos de el, hasta que eventualmente el gobierno toma completamente  el trabajo de los padres en educación pues los padres no pueden hacer lo que deberían – ellos, los padres ya ni siquiera piensan que es su trabajo.

¿Pero qué de la educación? Esta creciendo cada vez  peor. El sendero se pone oscuro y más oscuro. Ceguera de Juicio. No importa que camino ellos tomen, no importa lo que ellos traten de hacer, no funciona. Ellos enseñan las cosas erróneas. Ellos enseñan con métodos equivocados. Ellos fallan en enseñar las cosas necesarias. Ellos socavan la apropiada autoridad. Si ellos alguna vez se vuelven efectivos en un área, esto les da los medios efectivos para volverse peores en todas las demás áreas. Ceguera de Juicio. Si alguien alguna vez sugiere regresar a cuando la educación era verdaderamente libre del control gubernamental y mucho mas efectiva, ellos no aceptarían pasar esa vergüenza, “No andaremos allí”. Ceguera de Juicio.

Tú puedes usar un destornillador como un martillo. No hace un buen trabajo martillando, arruina el clavo, y se arruina el destornillador. Tú también puedes usar al gobierno para educación. No hace un buen trabajo en educación, arruina los niños y arruina el gobierno. ¿Por qué? Por que el destornillador no se hizo para martillar, y el gobierno no se hizo para educar. Es tan simple como eso. Dios hace cada cosa para un propósito. Sólo cuando tú te apegas al propósito es que  consigues los resultados satisfactorios.

La Falla de los Padres

A pesar de que mi ejemplo pertenece a la educación académica, el mismo principio aplica a la Alabanza Familiar. La atroz degeneración moral y condición espiritual de nuestra cultura puede ser rastreada directamente a la falla de los padres en su deber respecto a sus familias. Es la responsabilidad de los Padres proteger a sus familias, proveer para sus familias, dirigir la educación de los niños, e instruir a sus familias en los caminos de Dios. Pero estas responsabilidades han sido ampliamente abandonadas al gobierno, corporaciones y niñeras religiosas que llamamos “burócratas”, “trabajadores sociales”, “oficiales” "administradores”, "empleadores”, “agentes”, “superintendentes”, y “organizaciones religiosas”. Yo culpo primeramente a los padres por este predicamento, y únicamente son sólo los padres quienes pueden regresar esta nación “al viejo sendero”. Yo no estoy inicialmente condenando al gobierno, negocios, e iglesias. Ellos ciertamente tienen su lugar. Si ellos retornaran y se preocuparan por los asuntos de los cuales Dios les ha dado jurisdicción – si ellos pudieran sólo “preguntar por el viejo sendero” ellos encontrarían que sus esfuerzos son más efectivos y más satisfactorios. Como las cosas están, ellos impiden a los padres  regresar a sus propios roles.

Fuente: www.triviumpursuit.com